Yurisleydis
Como el Padre al hijo pródigo
no me has humillado,
como David a Jonatán
me has amado,
como Pablo a Timoteo
me has guiado, me has enseñado,
como a José en aquella prisión
no me has abandonado,
como a Lázaro
me has resucitado,
como a Daniel entre leones
me has guardado,
como a la mujer entre piedras
me has perdonado,
como a Magdalena
me has liberado,
como a Abraham
me has llamado,
como a Rut
me has restaurado,
como el Padre al Hijo Pródigo,
me has dado honra y me has levantado.
Aunque viva lejos de ti,
oh Patria amada ardes en mí,
como un volcán que no cesa de llorar,
como la corriente del mar que no se cansa de jalar.
Aunque viva lejos de ti,
tus calles, tus paisajes y tu aire corre en mí,
como un águila que no se cansa de volar,
como un pez que no se cansa de nadar.
Aunque viva lejos de ti,
tu risa, tu llanto, tu gente son recuerdos en mí,
como una persona gritando al vender pan,
como esa brisa que se siente al andar.
Patria amada,
te puedo sentir y
aunque yo viva lejos de ti,
tú siempre vivirás en mí.
Tu sonrisa es la más bella, abierta, alegre, llena de armonía,
así te quiero recordar en mi vida.
Sé el dolor que guardabas y nadie sabía,
por eso el destino no te quiso viva,
pero tengo una oportunidad de verte, en aquel lugar,
en otra biografía.
Mi alma está triste hoy, lágrimas y culpa,
di todo lo que pude, lamento tu partida,
no abrazarte, ni un beso de despedida.
Tu silencio a veces me llena de agonía
pero continúo porque así es la vida,
nos quita, nos regala, que quieres que te diga,
ya son dos heridas.
La última memoria tuya es una sonrisa,
me quedo con ése regalo que me ofreció tu aventura.
Ya no respiras, tengo que ser fuerte,
en fin,
la vida duele, ya no es la misma.
Tu cuerpo y el mío en un baile,
un vals de alegría en silencio.
Tu labios y los míos con caricias interminables,
dulces, suaves, cálidos, voraces.
Tus manos y las mías entrelazadas,
tu rostro y el mío con un suspiro.
Brindemos, que nada interrumpa
esta danza llena de pasión y ternura.
Tus pies y los míos nadando al mismo ritmo,
amantes, amigos, fortalecidos.
Danzemos hasta la muerte que nadie nos separa,
la providencia divina nos ampara.
Este momento es perfecto,
nada se escucha,
bailemos.
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